Para elaborar su pensamiento político, Vargas Llosa ha tenido que luchar, en primer lugar, con su propia condición de novelista.
Así, a través de sus artículos y de sus ensayos, Mario Vargas Llosa ha ido describiendo la evolución de su pensamiento político desde su ruptura con cualquier vestigio de colectivismo hasta el liberalismo en el que acabó desembocando.
Como todos sabemos, su adhesión, racional y razonada, al liberalismo no ha sido sólo una toma de postura meramente teórica. Mario Vargas Llosa en 1990 creyó que tenía un compromiso con su país y descendió al terreno del juego político para optar a la presidencia de Perú. Era el paso que le faltaba para completar su ejemplar trayectoria política.
Vargas Llosa presentó a sus compatriotas un proyecto abierto, liberal y alejado de todo intervencionismo. Y bajó al difícil ruedo de la política con la honestidad y la sinceridad por banderas, sin recurrir a promesas populistas, es decir, sin mentir a sus posibles electores.
Vargas Llosa, "en América Latina se han probado todos los sistemas sociales, menos el de la libertad integral". Defendiendo la libertad como raíz de las políticas más eficaces para lograr esa justicia y ese progreso que tantas veces se les ha vedado a los latinoamericanos.
Creo, como nuestro autor, que es imprescindible que esos países sigan la senda de la libertad, de la sociedad abierta, de la economía de mercado y del Estado de Derecho y eviten para siempre los caudillismos, la demagogia, los mesianismos y, por supuesto, los totalitarismos en todas sus formas.